Esta compatibilidad de deporte y turismo puede ser experimentada en el ascenso a Machu Picchu. En especial, si optamos por el conocido como Camino Inca. A continuación repasamos las peculiaridades más interesantes de este sendero.
Un poco de historia
En primer lugar, vale la pena poner en contexto al lector sobre la ubicación y el origen de este camino. Se trata de un viaje que nos llevará a las ruinas de la antigua ciudad inca de Machu Picchu, la cual es considerada actualmente como una de las Maravillas del Mundo.
Los incas fueron una civilización con base en el actual Perú. El nombre de la ciudad a la que nos hemos referido está en idioma quechua y significa Vieja Montaña, puesto que fue construida a los pies de una de ellas antes del siglo XV.
El sendero que nos llevará a Machu Picchu se encuentra en la región de Cusco. Por lo que respecta a este asentamiento precolombino, hemos de destacar que los historiadores coinciden en remarcar su naturaleza complementaria de fortaleza militar y santuario religioso.
Las claves del Camino Inca
Tenemos que resaltar que hoy en día existen autobuses y trenes que nos permiten acceder a esta montaña mágica para los incas. Sin embargo, atajar mediante estos medios no forma parte de la mentalidad del senderista.
Así que vale la pena informarse previamente acerca de las principales características del trayecto que nos permitirá ascender hasta Machu Picchu. Lo primero que debemos saber es que esta ruta está compuesta por tres senderos superpuestos.
Cuando recorremos esta red caminera lo hacemos cruzando parte de la cordillera de los Andes. Atravesaremos a lo largo de los cuatro días y tres noches de nuestra aventura diferentes ecosistemas, tales como la tundra andina y el bosque nuboso.
Tengamos en cuenta que este camino se prolonga durante casi cuarenta kilómetros y comportará una ascensión de más de 4.200 metros. Por lo tanto, debemos prever tanto el mal de altura como las oscilaciones térmicas. Si por el día podemos estar a 23 ºC, por la noche los termómetros pueden bajar a 0 ºC. En todo caso, entre mayo y diciembre llega la temporada oportuna para llevar a cabo este plan, puesto que no tendremos que soportar los efectos de las lluvias.
Recordemos, por último, que, si queremos realizar esta ruta, debemos reservar nuestra presencia con antelación. Solo se permite recorrerla a medio millar de personas por día.
En definitiva, el senderismo es una actividad que se disfruta enormemente si se completa el Camino Inca entre Cusco y Machu Picchu.