Es un emplazamiento que parece desafiar las leyes de la naturaleza donde se combinan unas majestuosas vistas a unos 1100 metros sobre el nivel del mar. Una estampa maravillosa con montañas nevadas de fondo que todo apasionado del trekking y los viajes debería conocer de primera mano.
Uno de los recorridos más exigentes de Noruega
La Lengua de Troll es uno de los recorridos que deja boquiabierto a todo el mundo y que no podemos subir a lo loco. Desde cualquiera de los estacionamientos inferiores que se ubican en las cercanías hay que completar más de 26 kilómetros de ida y vuelta caminando por terrenos dificultosos.
A 700 metros de altura sobre el lago que está a sus pies, la ruta está indicada para personas que estén habituadas a la montaña y sean capaces de resistir largas distancias y cambios bruscos de clima. Hemos de tener en cuenta que es un camino de dificultad máxima que exige una salida de entre 10 y 12 horas de duración, por lo que conviene ir bien equipado.
Consejos para subir a Trolltunga
En este sentido es importante llevar agua y comida suficiente para pasar un día entero y madrugar lo máximo para evitar que las horas de oscuridad se echen encima. Aunque hay varios refugios para situaciones de extrema emergencia, no está permitido pernoctar allí.
Prestar especial atención a la información meteorológica es recomendable, así como preparar el viaje en verano. Y, por supuesto, hay que llevar la ropa adecuada. No nos pueden faltar el pantalón de senderismo, el forro polar y la camiseta térmica. Tampoco un gorro, un impermeable y unos guantes finos, así como botas especialmente diseñadas para terrenos abruptos. Es aconsejable que llevemos una muda, una linterna y crema solar.
Algunos datos prácticos interesantes
Para subir al Trolltunga hay concretamente 3 parkings desde los cuales se puede acceder a la ruta. El primero es el de Tyssedal, el segundo y el más concurrido el de Skjeggedal y el tercero, el de Mågelitopp. A lo largo de esta larga travesía cruzaremos bosques, subiremos montañas y contemplaremos majestuosos lagos.
Una opción para afrontar esta aventura es pernoctar en Tyssedal, un pequeño pueblo que se ubica en la orilla de uno de los brazos del fiordo Hardanger. También recomendamos alojarse en Odda, municipio de gran belleza en pleno corazón del parque nacional de Folgefonna, en la punta del brazo de Sørfjorden del mencionado fiordo.
Tanto la ruta de senderismo del Trolltunga como los alrededores de la zona encierran numerosos encantos que merece la pena descubrir. Es clave estar preparados para la ocasión.